Seguimos con el resumen de nuestro viaje a Túnez.
Aprovechamos un poquito el hotel, básicamente su playa. El problema era cuando soplaba el viento, pero sino se estaba de lujo en las tumbonas. Leyendo, hablando, durmiendo, con el sol acariciándonos.
Una de las noches, después de cenar, fuimos a fumar una cachimba de manzana. Había un sitio especial para esto, así que allá nos fuimos.
Y otro de los planes dentro del hotel fue reservar una cena típica tunecina. Creí que no parábamos de comer nuuuunca.
Primero había un buffet de ensaladas, esta es la que yo escogí. Además de aceitunas, en Túnez siempre hay aceitunas, y unos boquerones que no estaban nada buenos.
Una especie de sopa de sémola con tomate (creo) y un toque picantón que me chifló.
Antes del plato final y los postres hubo un paquetito de pasta brick con huevo dentro. Estaba riquísimo, pero no tenemos foto... Y me extraña porque a la fotógrafa le encantó.
Y, por supuesto, cuscús con verduras y pollo. Muy rico, supongo que llevaría un poco de harissa, aunque no estaba muy picante.
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